Engaño


Trato de engañar a mi casa,
haciéndole creer que no te has ido.

Para que no me ofrezca
sólo a mí la bienvenida,
al felpudo le tengo prohibido
que me reciba al llegar.

A la cerradura le he dicho
que he cambiado el llavero
para que no espere que vengan
tus llaves a abrir mi puerta.

Cada vez que uso el armario
cuelgo en las perchas
la sombra de tu cuerpo
para recordar tu talle.

Intento cada día engañarla,
pero ni la casa ni yo
creemos ninguna de mis mentiras.

IGNACIO MARTÍN LERMA
Primer plano



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