Me duele la pupila
del esfuerzo por mirar
lo que vendrá del horizonte,
y esta falange sin hermana,
y la mejilla que a la intemperie
caldea racimos de promesas incumplidas.
Las palabras,
el tiempo que nos permite pronunciarlas
fuera de sitio,
el martillo y su tenacidad,
contemplar sin remedio
el despliegue de una familia
que no sabe a que juega.
Me duele la pupila
del esfuerzo por mirar
lo que vendrá del horizonte.
ÁNGEL MUÑOZ
gracias
ResponderEliminarGracias a ti por todos tus poemas.... :-)
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