Hija



Hija, si en algún momento
mientras estás ocupada en crecer
-dura y lícita tarea-
puedes mirarme a los ojos
hazlo.


No te dejes las preguntas
para cuando sea la misma voz
la que cuestione y la que responda.


Mira que en esta familia
tenemos la dolorosa costumbre
de conocernos mejor de muertos.


ANA PÉREZ CAÑAMARES

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