Poema CLIX


Olvídate de los años,
de las puertas que no se abren,
de los veleros fantasmas
que no saben su destino.
No te preguntes de dónde te nace
esa rabia que ves en el espejo,
ni se te ocurra mirar
hacia el valle del futuro.
Deja que duerman tranquilos
la mentira y los miedos
que se albergan en la mente.
Y arroja por la ventana
los demonios sin piedad
que a veces se quedan quietos
como espías apostados
en la esquina de tu calle.
Si nada de esto te sirve
cuando al despertar te ahogas
y has roto ya el puñal
que alguien clavó en tu espalda,
sólo me queda decirte
adiós … y paciencia, hermano.

ANA MARÍA NAVALES

Comentarios