Quizá todo empezara mucho antes...


Quizá todo empezara mucho antes,
cuando los celofanes de colores
de las palabras nuevas
envolvieron el aire y los objetos
y los múltiples rostros de mi madre
una primera vez.

En el encantamiento de aquellos envoltorios
crujientes, transparentes, cada uno
con su promesa dura y afrutada,
debió de comenzar el desamparo
que había de crecer posteriormente
hasta volverse maleficio.

"Las palabras primero serán finas
como papel de seda,
luego se espesarán hasta adquirir
el grosor luminoso de una vidriera antigua,
y después seguirán cristalizando,
formando inflorescencias de mineral apenas
traslúcido,
capa tras capa irán depositándose
sus finos sedimentos oceánicos,
te enterrarán, ya no será posible
seguir sintiendo el mundo detrás de ellas."


El tiempo se disfraza de hada oscura
y sobre la ventana de la infancia
la escarcha vierte un resplandor helado.

Yo seguiré soñando que despierto.


ANA ISABEL CONEJO

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