Vi tu nombre en la bandeja de entrada
y empecé a medir el tiempo en latidos,
como si un Dios salvaje gobernara mi cuerpo
busqué un taxi en dirección prohibida.
Llamaste al pasado a cobro revertido
y te lleve un corazón a domicilio.
No hicimos preguntas
y pusimos sordina a nuestras heridas
para que no hablasen por nosotros,
haciendo polvo el miedo
como en una noche de boda
que nunca tendremos.
A la mañana siguiente
desayunamos desnudos
y faltamos al trabajo.
Hicimos inventario de nuestra historia
y nos dimos cuenta
que ya era tarde para volver a empezar.
Ahora no me queda tabaco
y todas la canciones que duelen
llevan tu nombre.
¿Sabes?
Creo que me sobró ese mail.
como si un Dios salvaje gobernara mi cuerpo
busqué un taxi en dirección prohibida.
Llamaste al pasado a cobro revertido
y te lleve un corazón a domicilio.
No hicimos preguntas
y pusimos sordina a nuestras heridas
para que no hablasen por nosotros,
haciendo polvo el miedo
como en una noche de boda
que nunca tendremos.
A la mañana siguiente
desayunamos desnudos
y faltamos al trabajo.
Hicimos inventario de nuestra historia
y nos dimos cuenta
que ya era tarde para volver a empezar.
Ahora no me queda tabaco
y todas la canciones que duelen
llevan tu nombre.
¿Sabes?
Creo que me sobró ese mail.
DIEGO OJEDA
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