Como el periódico de ayer


Porque no siento nada
y lo siento todo,
porque bajo la tierra,
la humedad sigue escribiendo en gotas de agua
los versos de la esperanza.

Y como el periódico de ayer,
rodando por la acera,
despierto entre la multitud de un grano de arroz.

Un instante,
la casa del consuelo
en mitad de un terremoto.

Con un pie fuera de la cama,
ya no quedan supervivientes.
La escuela les ha callado la boca
y la razón ha pintado de blanco
los psicodélicos sueños
que hace un rato
me llamaban por mi nombre.

Y sin más, se desvanecen ante la verdad
a la que no quise mirar
ni agarrar de la mano,
solamente porque
en ella
tú no estabas.

Ya nada espero
salvo esa llamada
que ojalá
nunca llegue.

MARTA OLTRA R-SANTANA


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