Poemas con nombre de MUJER


"Lo mejor del olvido es el recuerdo"
Gloria Fuertes


Poemas susurrados por una voz de mujer que nos dan una TREGUA cuando estamos AL BORDE de la desesperación, versos de catarsis y liberación. 

Poemas para alejarse (y quejarse) de este DELIRANTE mundo repleto de personas de UN SOLO USO con el que no nos damos por ALUDIDOS


Poemas para recuperar la PASIÓN, para recobrar las ganas de dejar de ser del MONTÓN y dejarnos llevar por la DESMESURA de las ganas de conseguir nuestros sueños y disfrutar de nuestra VERSIÓN DEFINITIVA.



ANA PÉREZ CAÑAMARES

LOS ALUDIDOS

Mi vida no es un comentario a la tuya.
Nada de lo que hago es un ejemplo,
una nota a pie de página en tu libro.

Así que no me uses para mortificarte
y evita las comparaciones baratas.

Yo sólo me mido con viejos sueños
y con alguna obsesión que persiste.
Todo lo que he logrado tiene su cruz
y te recuerdo que no hay cuchillo
que parta por el canto una moneda.

TREGUA

Sólo pido un instante de tregua
no que cortéis las manos
que no dejan de pedir
no que se desmantele la fábrica
de componer preocupaciones
no que el mundo deje de rodar
su telenovela de desastres

sólo un instante de tregua
porque si no paro y lo cuento
la avalancha me traga entera

he de guardarme este bolígrafo
para una traqueotomía
que me salvará de ahogarme 
entre estertores de palabras

GLORIA FUERTES

AL BORDE


Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.
He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.


CRISTINA PERI ROSSI

LA PASIÓN

Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.


KATY PARRA


VERSIÓN DEFINITIVA

Nuestra historia de amor estaba escrita
y lista para ser ejecutada.
Tú encontraste una excusa
para dejar tu voz
en el interlineado de estos versos,
yo tan sólo busqué el sabor agridulce
de aquellos labios íntimos
que besé hasta olvidar
con que palabra empieza la derrota.

ANA PATRICIA MOYA


DELIRANTE MUÑECA DE UN SÓLO USO
(Hay que desconfiar de los corazones inertes, aunque para un polvo, todo da igual)

Te recomiendo que me alquiles
una camisa de fuerza
para mi estancia en tu manicomio de carne:
por ser tu juguete (extra)oficial de segunda mano
-o tercera, o cuarta, o quinta… a saber,
tampoco importa mucho esta cuestión-,
la garantía no responde de posibles defectos.
No soy tan inocente, ni tan gilipollas:
no es la primera ni será la última vez
que violen a la niña resentida de mi interior
y a mi delicada salud mental.

FRANCISCA AGUIRRE

DESMESURA

Dijo que no. Y el Tiempo se quedó sin tiempo.
Luego, la vida hizo una pausa
y todo pareció recomponerse
como esos acertijos infantiles
en los que sólo falta una palabra,
una palabra necesaria y rara.
Pero dijo que no. Cerró los labios
y escuchó el gorgoteo de las sílabas
luchando por vivir a la intemperie.
Dijo que no. Y el tiempo oyó el silencio.
Luego, la vida hizo una pausa.
Y todo fue distinto: el dolor fue
más cauto, más sensato,
la lujuria lloró en su madriguera.
Y el tiempo inauguró sus máscaras:
hubo un pequeño espanto en los rincones,
temblaron los espejos agobiados
defendiendo impotentes el azogue.
Los pájaros callaron esa tarde
y la luna brilló blanca y sin manchas.
Ardió la noche como vieja tea
con la absurda avaricia de la muerte,
con su luto distante y pegajoso,
y un rencor resabiado y carcomido
descargó como lluvia en el desierto.
Entonces, sólo entonces,
oyó a su corazón ladrando
y se volvió despacio a los espejos
y los vio tiritar con mucho frío
y pedir compasión desde su escarcha.
Y no supo qué hacer con tanta desmesura:
cerró los labios y escuchó al silencio.


WISLAWA SZYMBORSKA


DEL MONTÓN

Soy la que soy,
casualidad inconcebible
como todas las casualidades.
Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.
En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.
Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos personal.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un enjambre,
partícula del paisaje sacudido por el viento.
Alguien mucho menos feliz
criado para un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.
Árbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.
Hierba arrollada
por el correr de incomprensibles sucesos.
Un tipo de mala estrella
que para algunos brilla.
¿Y si despertara miedo en la gente,
o solo asco,
o sólo compasión?
¿Y si hubiera nacido no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?
El destino hasta ahora,
ha sido benévolo conmigo.
Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.
Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.
Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien totalmente diferente.



Comentarios

  1. Me encanta tu blog. Magnífico. Un extraordinario trabajo. Enhorabuena

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  2. Hola! Para ser exactas, el poema que atribuís a Belén Reyes también lo escribí yo ;)
    Muchas gracias incluirme en esta estupenda selección.

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  3. Ooops error tipográfico solucionado Ana! Nos encantan tus versos :)

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