...No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe...
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe...
Luis Cernuda
Tres de mis poetas favoritos y, como fruto de un juego, recurrentes en mis estanterías y en los rincones de mi casa; Luis García Montero prologa a Ángel González y éste a Luis Cernuda creando un círculo poético perfecto.
1927 marcaba el tercer centenario de la muerte de Góngora y unía a un grupo con algunos de los mejores poetas españoles, la Generación del 27. Me pasé la adolescencia fascinada por la sensibilidad de LUIS CERNUDA, por su vida de equilibrista paseándose entre La Realidad y el Deseo, entre el bien y el mal decidido por otros.
Pocas personas han sabido retratar de una forma tan excepcional la soledad y la dificultad de convivencia entre el ser y el parecer, de disimular lo que está dentro pero sale por los poros de forma inevitable. Fue capaz de reconstruir con sus palabras los muros que oprimían su corazón y coartaban su deseo. Reprimido por el régimen político tuvo que optar por un silencio sólo roto por sus versos, con aquél "si el hombre pudiera decir lo que ama..."
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Luis Cernuda
A ÁNGEL GONZÁLEZ se le cruza en la vida la poesía mientras está enfermo de tuberculosis y las huellas de ambas le acompañan el resto de sus días. Acaba formando parte del grupo de poetas de la Generación de los 50 y, como Cernuda, marcado por la Guerra Civil elude la censura a su manera, a través de la ironía frente a la lucha de Cernuda a través de lo sutil de sus imágenes y metáforas.
Ángel González nos regala un verso universal, íntimo, de palabra sencilla y social, un poeta que se siente cerca porque se aleja del corsé de la retórica y del lenguaje artificioso incluso cuando habla del amor esencial.
Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.
Ángel González
LUIS GARCÍA MONTERO trae el sabor de Luis Cernuda y Ángel González en sus poemas pero también lo trae de grandes como Rafael Alberti, Jaime Gil de Biedma o Machado.
Como teórico de la literatura aúna el profundo conocimiento de la técnica con la sencillez y el poder connotativo de la palabra precisa. Bajo un hilo conductor autobiográfico que consigue que el lector viva su vida como un protagonista más de cada escena de lo que es y lo que fue, como una radiografía de lo que hay dentro, del latido del corazón y aire que se respira.
Como teórico de la literatura aúna el profundo conocimiento de la técnica con la sencillez y el poder connotativo de la palabra precisa. Bajo un hilo conductor autobiográfico que consigue que el lector viva su vida como un protagonista más de cada escena de lo que es y lo que fue, como una radiografía de lo que hay dentro, del latido del corazón y aire que se respira.
Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.
Luis García Montero
Coincido totalmente con tus gustos poéticos. Elección soberbia
ResponderEliminarSin duda, son unos maestros y una inspiración.
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog.
Un abrazo fuerte,
Noemí
los 3 perfectos.
ResponderEliminar:) un abrazo
Luis Cernuda... Simplemente me encanta todo lo que escribe. Me quedo con "Las nubes". Saludos.
ResponderEliminarSin duda, 3 grandÍSIMOS poetas :)
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios y un abrazo fuerte,
Noemí