Y después de la rabia.
Una lágrima rozando la caída,
recuerdo de la sumisión del hielo al calor.
La pesada digestión del orgullo.
La frustración de aquel nunca más.
Después de la rabia.
La gravedad del alma.
La espesura en los pasos.
la mirada rencorosa de la serenidad.
La capacidad de reacción,
de rectificar como aquellos
los sabios.
Después de la rabia.
Sólo cabe seguir amando.
MARÇAL FONT
Muy bueno Marçal, y slameando también.
ResponderEliminarUn saludo