La culpa es mía


La culpa es mía
Vine a besar el suelo que pisas.

Traduje lo que no decías
en lo que quise oír.

La culpa es mía

he consentido
sin sentido
y creído
en cualquiera
de tus dos caras.

Ya está,
soy todas las veces que te has ido
soy todos los ratos que no he querido huir
soy todos los besos que no me has dado a mí.

Ya está,
soy recuerdo,
indiferente;
la chica que te rozó en el mercado,
la que te miró a los ojos en aquél cruce,
la que te sirvió el peor café que has probado.

Ya está, no nos conocemos.
Se acabó el juego.

Ya está amor,
mi guerra es completamente tuya,
pero no como antes
que disfrutaba traicionándome
para regalarte los asaltos nocturnos
a mis muros,
no como antes,
que te contaba en susurros los puntos flacos
de mis escudos,
no como antes.


Última vez.
Se acabó el juego.
Por primera vez.

Hoy has conseguido que me arrepienta
de ser quien soy
de hacer lo que hago
de arriesgar para perder.

Hoy te devuelvo todas tus noches,
abandono la almohada que terminó evaporando
tu perfume,
te regalo hasta la última gota de drama,
hoy, por primera vez, te dejo conocer Madrid.

Y ni me despido
ni me evado
ni me voy de a dónde nunca llegué.

Hoy por primera vez
me da igual,
haz lo que quieras
pero no me lo hagas a mí. 

ANDREA VALBUENA


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