Este es el último poema que voy a escribirte...



Este es el último poema que voy a escribirte.
Me tiemblan las manos,
y  mi corazón late casi con la misma fuerza
que el día que nos besamos.
Todavía siento tus dedos recorriendo mi piel,
la forma en la que me acariciabas con tu mirada.
Y aunque mi cuerpo te llame a gritos
más noches de las que me gustaría,
debo despedirme de ti
porque ya nunca vendrás a salvarme.
Que a prueba y error ya he comprendido que de ti
sólo puedo salvarme yo,
cosiendo de nuevo mis alas
y sonriéndole a la vida.

Dicen que el tiempo lo cura todo,
y ojalá pudiera decirle al tiempo
que de ti no me ha curado,
que no hay cura para algo que es
imposible que vuelva a su estado natural:
la perfección de mirarte y verme en el espejo.

Tampoco es verdad que la lluvia  se lo lleva todo,
y no será por tormentas desde entonces,
pero tu recuerdo no se lo ha llevado,
sigue intacto aquí a mi lado 
y lo siento amor,
pero así no puedo caminar.
Son muchos ya los inviernos sin tu abrazo,
y llegó la hora de decirte adiós.

Y cuando se trata de ti,
sabe mi alma que no es fácil,
pero yo también merezco ser feliz.

Gracias por todo lo que me has dado,
por todo lo que me has arrebatado,
por todo lo que he vivido en tu ausencia,
por esa puerta que hoy cierro dejándote atrás,
donde se dejan las cosas que duelen,
las cosas que te impiden mirar en buena dirección.

Hoy te digo adiós
y me digo bienvenida.


EVA BLANCO PERIS

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