Te quiero inapropiadamente y con impuntualidad. Te quiero cuando toca
dormir, o hacer cosas serias, e incluso a la hora de tomar el té. Te
quiero con urgencia cuando estás ocupado, y con desesperación si te vas.
Te quiero como punto de partida a cualquier lugar del mapa, y como
punto de llegada a todos mis sueños. Te quise sin saber que existías, y
sin poder apuntar tu nombre. Y ahora que te sé, te quiero, te quiero
más. Te quiero imprudentemente, aunque no corresponda o digan que no se
puede. Y esto es lo único que de verdad importa. Que yo a ti te quiero. Y
punto final.
IRELA PEREA
Breve, contundente, romantico...
ResponderEliminarQué bello!
ResponderEliminar